martes, 19 de noviembre de 2013

Riesgo fetal


¿Qué pasa al fumar durante un embarazo? 
El fumar durante el embarazo puede poner en peligro la salud de la mujer y la de su bebé aún por nacer. Actualmente, al menos 10 por ciento de las mujeres en los Estados Unidos fuma durante el embarazo
El 18 por ciento de las mujeres en los Estados Unidos y en otros países industrializados fuma 2. En los países en desarrollo es de aproximadamente el 8 por ciento. Muchas de estas mujeres fuman mientras están embarazadas.

El humo del cigarrillo contiene más de 2,500 productos químicos. No se sabe con certeza cuáles son nocivos para el desarrollo del bebé, pero se cree que tanto la nicotina como el monóxido de carbono pueden hacer que el embarazo no tenga el resultado deseado.

¿Qué daños provoca el fumar en el recién nacido?
El fumar prácticamente duplica el riesgo de que el bebé nazca con bajo peso. El bajo peso al nacer puede ser resultado del desarrollo insuficiente del bebé en el útero, un parto prematuro o ambas cosas. Se sabe desde hace tiempo que el fumar retarda el crecimiento del feto y los estudios sugieren que además aumenta el riesgo de parto prematuro (antes de las 37 semanas de gestación). Los bebés prematuros y con bajo peso al nacer tienen mayores riesgos de sufrir problemas graves de salud durante los primeros meses de vida, incapacidades permanentes (como parálisis cerebral, retraso mental y problemas de aprendizaje) e incluso la muerte.
Cuanto más fume una mujer embarazada, mayor será el riesgo para su bebé de nacer con bajo peso. Además, si deja de fumar al final del primer trimestre del embarazo, tendrá prácticamente las mismas probabilidades de que su bebé nazca con bajo peso que una mujer que nunca fumó. Aun cuando la mujer no consiga dejar de fumar en el primer o segundo trimestre, si lo hace durante el tercero el desarrollo de su bebé puede mejorar.

 ¿Cómo afecta al bebé la exposición al humo después del nacimiento? 
Es importante dejar de fumar incluso después de que haya nacido el bebé. Tanto el padre como la madre deben abstenerse de fumar en la casa y deben pedir a las visitas que hagan lo mismo. Los bebés expuestos al humo sufren más problemas en el aparato respiratorio inferior (como bronquitis y neumonía) e infecciones en los oídos que otros niños. Los bebés expuestos al humo generado por sus padres después del nacimiento también tiene un riesgo mayor de sufrir el síndrome de muerte infantil repentina. El niño expuesto al humo del cigarrillo en el hogar durante los primeros años de vida presenta mayor riesgo de desarrollar asma.

Dejar de fumar mejora la salud de los padres y les permite dar un mejor ejemplo a sus hijos.
 
 

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